"Conocer la verdad duele, pero es sin duda una acción altamente saludable y liberadora"

Ciertamente sabemos que en la mayoría de las ocasiones los protestantes y los católicos están en desacuerdo respecto a puntos básicos doctrinales, muchas veces demasiado obvios para ser rechazados ya sea por unos o por otros. Sin entrar mucho en detalles, resulta que ahora el papa Benedicto ha hecho unas declaraciones en las cuales al parecer acepta la “justificación por la fé”, claramente estipulada en la Biblia, pero curiosamente negada por mucho tiempo por la iglesia popular con el consabido tráfico de indulgencias y los abusos a los que conllevaron éstas y otras abominaciones por mano de Tetzel y otros mas, y las famosas peregrinaciones o “trabajos”, como por ejemplo visitar las reliquias de los supuestos “santos” , cercar un bosque, hacer una larga y costosa peregrinación, etc…

Tan claro que está escrito en la Biblia lo referente a la justificación por la fé, tan claro que Pablo declara que aún esa fé sin obras es muerta (obviamente no refiriéndose a las obras antes mencionadas), sino a las obras que hasta el mismo Jesús hizo cuando estuvo en la Tierra (Juan 14:12) y el ejemplo a seguir por sus discípulos de todas las edades hasta el día que él regresara. Podemos observar como Cristo, inspirando a sus siervos al momento de escribir Su Palabra declara que existe un solo Dios y una solo mediador entre Dios y los hombres (1 Timoteo 2:5), una fe, un bautismo (no bautizo), y mil cosas más que muchas veces tanto protestantes como católicos ignoran por conveniencia o porque ya tal o cual cosa fue abolida o clavada en la cruz, o si no porque eso solo aplica a los judíos. ¡Por favor!...

Ya hemos hablado de esto tantas veces…, aún hasta Dios mismo inspiró en Su Palabra contra tales doctrinas mundanales, terrenas, de hombres, en la ocasión en que Pablo amonesta a los insensatos seguidores del camino que se habían apartado de la fé que Jesús les dejó, cuando les dice en Gálatas 1:6-9,

“ Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.

No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.

Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.”

En muchas ocasiones se piensa erróneamente que cuándo Lutero hizo sus declaraciones se refería a una “gracia”, a una fe fácil o como se le llama en la calle, a una “gracia barata”, en la cuál puedo vivir como me dé la gana, hacer lo que quiera, adorar a Dios o no adorarlo, comunicarme directamente con Jesús y pedirle perdón o consejos, o asistir donde OTRO hombre igual a mí para la misma cosa, o simplemente escudarme en que si creo en él pues ya, estoy salvo. Como dicen algunos, una vez salvo, siempre salvo. ¡Error!

Sé que para algunos esto será nuevo y tal vez otros ya lo hayan escuchado, pero algo que es cierto es que al cielo no se llega por el camino ancho. Ese no es el camino lamentablemente. Quizás esté bien adornado y tenga jardines, palmeras a cada lado, estanques de agua y otras cosas más, pero el camino que lleva a la vida eterna es el camino estrecho. Jesús mismo habló de él cuando en una ocasión comentó con los que le acompañaban:

“ Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;

porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. ”

Ciertamente cuando Lutero hizo sus declaraciones no tenía la mas mínima intención de referirse a que solo con “la caridad y con el amor en Cristo”, nos podemos sentar y no hacer nada y esperar que cuando el regrese me salve. NO es así la cosa. Uno puede esperar que Dios lo ayude y lo dirija, pero no es esperar todo de él y yo no hacer absolutamente nada, como si lo mereciera todo…

Benedicto menciona que cuando el apóstol Pablo se refiere a la justificación por la fé, se refiere a que esta justificación incluye que el hombre es justificado solo sin las leyes o sin las obras de la Ley, lo cual precisamente es lo que argumentaba Lutero, ya que no es por obras, pero tampoco es que vivamos a la deriva, tal y como se vivía en los tiempos del período de los jueces en el pueblo de Israel en los que “cada cual hacía lo que bien le parecía” (Jueces 21:25). Ciertamente se debe guardar la Ley (o Pacto) , no los ritos o leyes ceremoniales, que fueron los verdaderos abolidos al morir Cristo en la cruz, no se deben confundir ni permitir que nos confundan con juegos de palabras.

Es más sencillo de lo que algunos creen y sin embargo, no quiero decir con esto que sea fácil, como otros quieren hacer creer. La Biblia nos dice que “el justo por la fé vivirá”. Vivamos conforme a las instrucciones que Dios nos dejó en Su Palabra. Estudiémosla y dejemos que ella nos guíe por el camino de la verdad, la justicia y el amor. Entendamos sus requerimientos y que es lo que Dios pide y espera de nosotros. ¡Actuemos y levantémonos de dónde estamos! Solo así descubriremos cuál es nuestra misión y que espera Dios que HAGAMOS…

“Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre.”

( 2 Juan 1)

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