Ya no es más un bebé
jueves, 8 de enero de 2009
Publicado originalmente el 26 de diciembre de 2008
Tal y como comentábamos ayer, algo importante y de gran importancia es nuestra actitud hacia las cosas de la vida. Es cierto que muchas cosas están marcadas por un vestigio de mundanalidad y que la naturaleza está corrompida, algo muy semejante a lo ocurrido en tiempos bíblicos. Sea cuál sea nuestra creencia, no importa si son seguidores de las enseñanzas bíblicas o seguidores de cualquier sensacionalismo momentáneo, lo que realmente vale es que tengamos en nuestras prioridades el hacer bien y el preocuparnos por los demás.
Haciendo buen uso de nuestro entendimiento y de las facultades que Dios nos ha dado, usémoslas en bien y en beneficio de nuestro prójimo. Sea porque algunos celebren la navidad o sea porque celebran simplemente un compartir en familia, mostremos interés en ayudar al prójimo y hacer frutos dignos de un hijo de Dios rescatado por su sangre.
Recordemos que no es más un bebé, sino un fiel amigo y guía que dirige nuestros pasos. Imitémoslo y sigamos sus pisadas, que seguramente alcanzaremos el alto ideal que él tiene trazado para nosotros y para aquellos que nos rodean. Quitemos de nuestra mente la imagen publicitaria y recordemos la imagen salvadora que completó nuestra salvación. Vivamos agradecidos, cambiemos positivamente, los resultados no tardarán en llegar.
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