La fecha no es lo importante, aunque ciertamente no fue un 25 de diciembre como algunos creen…

jueves, 8 de enero de 2009
Posted by P.F.

Publicado originalmente el 25 de diciembre de 2008

Cómo sabemos, en este día muchas personas celebran el día en que nació Jesús, recordando aquella noche oscura en que los padres de nuestro Salvador tuvieron que luchar arduamente para hallar lugar donde reposar. Sin embargo la mayoría de las personas lo menos que hacen es recordar el gran acontecimiento que dicen es la “excusa”, por así decirlo para celebrar dichas festividades. No vayan a malinterpretarme, porque lo cierto es que es un tiempo maravilloso durante el cual disfrutamos de la compañía de familiares y amigos y compartimos e intercambiamos regalos. Lo que sucede tristemente es que muchos buenos cristianos y no cristianos celebran esta tradición creyendo sinceramente que fue la fecha exacta y el día exacto en que tan sublime acontecimiento tuvo lugar. Algunos burladores aprovechan la oportunidad para mofarse de los cristianos porque según ellos “estamos viviendo engañados” porque muchos otros dioses y figuras que atraían a las masas nacieron también en esta misma fecha. Tal vez lo hacen por ignorancia y no los culpo, porque la verdad es que es harto sabido que la fecha del verdadero nacimiento de Jesús fue más bien entre los meses de febrero y abril aproximadamente, de nuestro calendario gregoriano.

Quisiera equivocarme, pero la mayoría de estas personas intentan aprovecharse de situaciones como éstas, aparentando poseer un conocimiento del cual nosotros no disfrutamos. Pero para sorpresa de muchos, aquellos que nos preocupamos por investigar por nosotros mismos y buscar las respuestas no solo y primeramente en las Sagradas Escrituras, sino en fuentes históricas y fidedignas, sabemos que los que están en un grave error son precisamente estos burladores.

Aunque este es un tema extenso, lo discutiremos más a fondo en una próxima ocasión en beneficio de aquellos que aún están perplejos sobre la fecha exacta o más bien, aproximada del nacimiento de Jesús. Esto, sin entrar por ahora en los detalles de las fiestas que celebraban los judíos en ocasión de la ida a Jerusalén, los días que el niño debía esperar para ser llevado al templo para ser dedicado, la fecha en que los pastores salían al campo con sus ovejas, y lo mencionado al principio referente a los meses del calendario usado en aquellos tiempos, el cual para nosotros serían los meses antes mencionados.

Sé que todo esto es interesantísimo por demás, y sé que para algunos es nuevo, sin embargo lo más importante que debemos recordar, aprovechando que “el mundo” celebra el nacimiento de Jesús en estas fechas, es que es nuestro Salvador e intercesor y que no es más un niño, como en la mayoría de las ocasiones lo vemos representado, sino un fiel amigo dispuesto a socorrernos, una fuerte salvaguardia en contra de asechanzas malignas, una roca inconmovible y un faro que no guía a cada instante de nuestras vidas.

Recordemos que él murió por nosotros y nos ha rescatado y redimido. Aprovechemos estos momentos de compartir y amistad para “regalar” a otros las buenas nuevas de salvación, y haciendo sabio uso de los momentos que Dios nos regala, aprovechémoslos al máximo, sacando provecho de que al menos en ésta época del año, tanto creyentes como ateos celebran las festividades, independientemente de a quién estén recordando, y hablémosles del amor de Cristo, quién aunque haya nacido en un humilde pesebre en climas más cálidos que los presentes en diciembre, cumplió con la misión de rescatarnos del pecado y la maldad.

Vivamos cada día de su mano, y permitámosle que él sea una Luz en nuestro camino.

¡Felicidades!

Etiquetas:

0 comentarios: